De desnudos y metamorfosis
Pues bien, me he permitido regalar otro desnudo, más que nada por el placer de contemplarlo. Por las intrascendencias y también por las trascendencias. Arriba lo tienes.
Y después de contemplarlo, ya que ¡ay!, el amor por el mito y el símbolo me puede, te digo que esa hermosa muchacha de divina blancura es Siringe (Sýrinx), una hamadríade arcadia que fue amada por Pan. El dios la persiguió y, en el momento en que iba a alcanzarla, ella se transformó en caña, a orillas del río Ladón. Como el viento, al soplar, hacía gemir las cañas, Pan tuvo la idea de unir, pegándolas con cera, varias cañas de desigual longitud, y de este modo fabricó un instrumento musical al que dio el nombre de siringa, en recuerdo de la ninfa.
También se cuenta que cerca de Éfeso hay una gruta donde Pan depositó la primera siringa. Esta gruta servía para probar a las jóvenes que afirmaban ser vírgenes. Se las encerraba en ella, y si eran realmente puras, se oían en el interior de la gruta los sones melodiosos de una siringa. Pronto la puerta se abría por sí sola, y la doncella reaparecía, coronada de pino. En caso contrario, se oían unos gritos fúnebres, y cuando, al cabo de unos días, abrían la puerta, la joven había desaparecido.
¡Ah... desnudos, vírgenes, intrascendencias y metamorfosis! ¿Qué sería de lo profundamente simbólico y sugerente del desnudo si no fuera por la ropa? Claro, desde que Adán y Eva abandonaron el Paraíso, hacen falta los ropajes y los símbolos, y el desnudo es vergonzoso, pecaminoso, o bien bello y propio de los dioses. Antes de la Caída, ¡el desnudo no era (no es) ni lo uno ni lo otro! El que el desnudo sea "algo" está íntimamente unido a la necesidad de la existencia de los símbolos y las religiones, y la ropa.
Cuando el hombre ande desnudo sin darse cuenta de ello, habrá retornado al Paraíso. ¡Oh inocencia reencontrada! Hasta entonces, ¿acaso no es necesaria la ropa para darse cuenta de lo bello del desnudo? Y al mismo tiempo la ropa es un obstáculo, el desnudarse una necesidad. Paradojas de la ilusión.
5 comentarios
Logan -
http://www.artrenewal.org/index.html
Gracias de todas formas. Ah, ya me gustaría ir a una exposición de Prerrafaelismo, pero Madrid me queda un poco lejos.
mujer-romero -
Logan -
Oye, esa historia parece interesante, y el nombre muy sugerente. No creo que tenga que ver, pero me viene a la mente una frase que últimamente tengo clavada como bendita espina en mi rebelde persona: "El viento sopla donde quiere". ¿Por qué pretender controlar al viento del Espíritu? Controlarnos implica perder el control, renunciar al control. Dominarse implica renunciar al poder. Oh, Rey, toma la corona que te usurpé. Así recupero la corona.
mujerarbol -
Algún año de mi vida, terminaré de escribir una historia sobre alguien -quizá una mujer- que se llamará "Viento de Caña". Lo empecé hace tiempo, pero no consigo darle forma.
Logan -